De entre las muchas idioteces que provocarán las cifras de turistas, la más insultante a la inteligencia humana será la que relacione el incremento récord con determinadas políticas autonómicas. Incluso convaleciente de afección pulmonar, alguno hinchará el pecho presto a colgarse medallas. Olvidará _porque son así, olvidadizos_ que Catalunya y Canarias comparten supuestos éxitos sin compartir militancias y que, al igual que no tienen culpa del descenso ruso, tampoco deberían asignarse éxitos en otros mercados.
Si quieren colgarse medallas: saquen pecho (aunque sea metafóricamente) por el incremento de los beneficios empresariales que, estos sí, enraizan en políticas de bajos sueldos y menos derechos laborales impulsadas por los neocon gobernantes. Venga, ¿a qué esperan?