Debería haber sido una cuestión previa, base para cimentar un nuevo modelo de convivencia después de la dictadura; pero no fue posible equipararnos a las sociedades que superaron fascismos pidiendo perdón y reconociendo el sufrimiento de los represaliados.
Aquí esto no pasa; ni pasará _añadieron, con firmeza, los que se beneficiaron del franquismo y exigen, aún, su absoluta impunidad. Por eso es imprescindible dar pasos en este reconocimiento, aunque sea tarde y sin la dignidad de país que significaría una unanimidad.
Es imprescindible reconocer a las víctimas del franquismo para construir una sociedad en la que se reconozcan todos.